Fin de Semana en Vallecitos

Partimos rumbo a Vallecitos el sábado por la mañana con la intención de llegar cerca del mediodía para montar el campamento y después hacer unos tiros a la tarde para acostumbrarnos al rio e ir afinando el ojo para poder ver donde estaban apostadas las truchas.

Luego de un viaje de aproximadamente unos 60 km de tierra por un hermoso paisaje llegamos a destino y luego de armar la carpa y preparar los equipos partimos hacia el rio. Muy cerca del campamento llegamos a un pozón muy grande donde se veían muchas truchas comiendo en la superficie pero debido a que suele haber mucha gente en ese lugar las truchas estaban muy asustadizas y ni siquiera se acercaron a nuestras moscas. Rio abajo se hicieron un par de tiros lo que llevo a la primera de la tarde que ataco una Elk Hair Caddis marrón en anzuelo #16. Decidimos abandonar este tramo y dirigirnos hacia otro arroyo con muchas cascadas que formaban un paisaje encantador. Luego de sortear las cascadas comenzaron los intentos en pequeños pozones, sobre todo en la espuma de la entrada, colocando la mosca sobre la entrada del pozón y dejarla derivar hasta que la espuma se disipaba donde las truchas estaban esperando. En un gran pozón nos encontramos con truchas de muy buen porte pero que no se inmutaron con ninguna de nuestros moscas, ya sean ninfas, secas y hasta terrestres.

Luego nos dedicamos a un zona de correderas donde realizamos los tiros en frente de las piedras para dejar correr la mosca y que caiga como un insecto arrastrado por la corriente. Tuvimos varios piques que se concretaron en truchas chicas pero muy vigorosas y que debido a la baja temperatura del agua tenían mucha vitalidad y se recuperaban con gran velocidad a la hora de ser devueltas como siempre recomendamos que se haga. Al ver que caía el sol emprendimos la vuelta al campamento.

Al día siguiente empezamos a caminar al amanecer y decidimos llegar rio abajo cruzando unos cerros para evitar una zona de cajones que es imposible pescarlos. Al descender llegamos a un pozón al cual desembocaba una vertiente que venía de arriba del cerro y la cual seguimos para encontrarnos con el rio. Como no se veía movimiento de las truchas y no pudimos avistar ninguna procedimos a colocar unas ninfas lastradas con bead Head y patas de gomas que resultaron ser muy rendidoras. Las primeras truchas se hicieron esperar pero poco a poco se fueron concretando capturas cada vez iban creciendo en porte. La más grande que pude sacar pasaba holgadamente Los 500-600 gramos y pude clavar un par de muy buen porte que terminaron escapando y una de ellas, a vista la más grande corto e tippet 5X al dirigirse al fondo y rozar contra las piedras sumergidas.

La pesca se prolongo hasta el mediodía donde realizamos un rápido almuerzo y de paso un descanso que se vio interrumpido por la actividad de las truchas que empezaron a comer en la superficie en frente nuestro y no pudimos con la tentación de acercarles nuestras imitaciones. En este caso pude ver una muy linda trucha que comía muy delicadamente insectos que pasaban flotando, por lo que pude ver sin acercarme demasiado y delatar mi posición eran algún tipo de insecto en color gris claro, por lo que coloque una Adams grizzly en tamaño #16 y tras un par de tiros logre clavar una trucha más pequeña que prácticamente le arrebato la mosca de la boca a la que tenía en vista.

Algo muy importante a tener en cuenta es la aproximación al agua, debe ser muy cuidadosa y sobre todo agachado y utilizando los accidentes de la costa a nuestro favor. Si es posible realizar los lances lo más alejado del agua posible para mantenernos fuera de la vista de las truchas aunque también se dio el caso que luego de sacar una trucha y devolverla al agua hice unos lances desde esa posición, es decir parado sobre el agua y también obtuve respuestas. Es importante pescar todo el rio y no hacer un millón de tiros en el mismo lugar. Algunos pozones merecieron permanecer allí unos cuantos minutos con excelentes resultados pero la mayor parte del rio se pesco con no más de 3 o 4 lances por lugar, pescando siempre nuestra costa primero y luego avanzar hasta la costa opuesta.

La jornada termino alrededor de las 3 de la tarde porque teníamos que emprender la larga y cansadora vuelta al campamento por sobre los cerros lo que nos llevaría un par de horas para luego desarmar todo y emprender la vuelta a Córdoba. Todo termino con una cuenta que sobrepaso las tres decenas de capturas para cada uno y con portes muy variados pero la gran mayoría fueron truchas muy lindas y saludables.

Es aconsejable llevar una buena dotación de moscas y en diversos tamaños, siendo las más rendidoras ninfas tipo prince y algunas otras lastradas, con pavo real y con patas de goma en color marrón, como así también las elk caddis y alguna chernobil que provoco ataques donde las truchas saltaban del agua para tomarlas apenas caían. No olviden de llevar algunas imitaciones de langostas sobre todo a mediados y finales del verano. Espero que les haya gustado esta nota y pronto estaremos con alguna publicación sobre otros ambientes de la provincia de Córdoba.